El embajador del ibérico

Nico Jiménez recorre el mundo con dos armas sencillas pero muy poderosas: el jamón ibérico de Extremadura, un cuchillo con el que hace maravillas y un lema que preside todo cuanto hace: “Pasear el jamón ibérico por el mundo”, para Nico, el mejor alimento de todos cuanto ofrece la tierra, porque lo que vende este laureado cortador de jamón es eso: la tierra y las tradiciones heredadas de la cultura de la dehesa y del cerdo ibérico. “El jamón hay que saber comerlo y, por supuesto, cortarlo”, un trabajo que no tiene secretos para este maestro y en el que pone todo su empeño y profesionalidad. Por eso, como formador de formadores que es da clases de corte de jamón por todo el mundo, en Japón, en Estados Unidos, “donde me preguntaron qué cómo se cocinaba”, en Milán, en Francia o en Almendralejo, donde haga falta con tal de que valoren este producto, “mi mayor orgullo es divulgar nuestros productos y nuestra cultura autóctona”.

En su tienda de la plaza de los Escritores de Mérida, Nico Jiménez muestra orgulloso los numerosos galardones con el que se reconoce su trayectoria, el último, el Jamonero de Oro a la mejor trayectoria profesional gastronómica de Extremadura 2012 que se le concedió en la última edición de la Feria de Turismo de Extremadura (Feturex) en mayo; el Cuchillo de Oro que ganó en la embajada de España en París como maestro cortador de jamón y dos record Guinness, uno de ellos en Japón, por extraer la loncha más larga del mundo de 13,35 metros que consiguió en la escuela Hattori de Tokio, “que es como el Ferrá Adriá de los japoneses” y en la que enseña corte de jamón a sus alumnos. Pero también son premios para este emeritense haber cortado jamón para la Casa Real, para la Selección Española de Fútbol –enseñaba orgulloso una camiseta de la Selección que ganó el mundial de Sudáfrica firmada por todos los jugadores– y para todos los números uno de la radio, de la televisión, de los toros, de la música y del espéctáculo, como así lo atestiguan las fotos con las que decora su tienda.

Otro premio del que habla con orgullo es su último invento , un cuchillo diseñado por Jiménez para que los invidentes puedan cortar jamón; o enseñar a cortar a personas con síndrome de Down y a personas sordas, “porque para ellos es una buena salida laboral”, explicaba.

Para cumplir 25 años como profesional del sector de la hostelería especializado en ibéricos y ser maestro cortador de jamón hay que empezar desde abajo. Con 13 años, Nico cortaba cecina en el bar donde trabajaba para sacar “un dinerillo” a la vez que estudiaba en el pueblo de León donde vivía su familia. Luego, ya en Mérida convirtió su pasión en un oficio del que hoy es un verdadero maestro.

RODRIGUEZmeridaextremadura.elperiodico.com 02/06/201

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